Ovacionar, con nuestra más sincera felicitación a esos padres y madres que luchan, cada día, por hacer que en su hogar no se pierda ni un ápice de la alegría, el ocio y el cariño, que deben reinar. Como el respeto y la responsabilidad hacia sus hijos. Si ayer, reconocimos a las familias, hoy nos centramos en los adultos, que se permiten dejar de serlo, de vez en cuando, para ponerse a la altura de los pequeños y disfrutar con ellos. Por eso, el aplauso también es de cada niño y niña:
Grandes aplausos que, en suma, suponen el reconocimiento que merecen. Desde lo más humilde de un hogar que suena así:
A los grandes aplausos que se oyen cada tarde en todas las calles de nuestra ciudad o pueblo. Como en éste barrio de Madrid:
Nuestro reconocimiento especial para los padres que no eluden sus responsabilidades y son un ejemplo:
Y para esas madres solteras, que lo dan todo por sus hijos.
Va por vosotros, queridos padres y madres:
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