Hoy
queremos ovacionar, merecidamente, a todas y todos los que, de manera
profesional o voluntaria, cuidan de otras personas, las acompañan y apoyan, en
los buenos y en los malos momentos. Ya sea en hospitales, hogares, centros de
acogida o residencias. A los que, actualmente, arriesgan su salud por apoyar a
los que les necesitan. Su valentía y honestidad les convierte en grandes
personas. Decía la Madre Teresa de Calcuta que no siempre podemos hacer grandes
cosas, pero sí podemos hacer pequeñas cosas con gran amor. Pues que no falte
ese cariño y dedicación hacia los demás; por pequeño que sea, es el mejor
regalo que podemos hacer. Sea materializado en palabras de ánimo, la escucha
activa, sonrisas cómplices, caricias…
En
agradecimiento a los que, durante la crisis sanitaria, siguen cuidando de los
más vulnerables, desde el cariño y el respeto. Nuestra ovación:
Es
importante que el cuidador también se sienta cuidado, acogido, véanse en el
siguiente enlace, diez medidas eficaces. Por si sirve de interés:
Como dice la letra de la canción “no
me doy por vencido” de Luis Fonsi: “Yo, yo no me doy por vencido. Yo quiero un
mundo contigo. Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro. Una
señal del destino. No me canso, no me rindo, no me doy por vencido…” Pues eso, nuestro
aliento para que sigan luchando. En la voz especial del pequeño Juanse:
Os dejo con otra canción de Juanse, una voz maravillosa para agradecer tantos cuidados:
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